No cobro la huelga!

Me prometí que no volvería a caer en provocaciones pero es que me lo ponen a huevo y yo soy tan débil… En fin, allá va.

Desde los medios de comunicación de extrema derecha de este país (esta definición no es mía sino de un compañero sindicalista miembro de la Ejecutiva del PP de aquí) se ha intentado (y conseguido bastante, por lo que veo) deslegitimar a los sindicatos como representantes de los trabajadores. No entraré en cada una de las tonterías que se han dicho pero es que hay algunas que deberían avergonzar a quién las esgrime.

Se tacha a Toxo (uhmm, bonito juego de palabras), Secretario General de CC.OO de millonario porque vive en un ático de protección oficial y este verano se ha ido de crucero.  Señores, mírense los precios de la vivienda de protección oficial (vivienda que ya poseía antes de estar en el cargo que ahora ocupa) y los de los cruceros. Éstos últimos se pueden conseguir incluso a precios de 2 x 1. Pero parece ser que los trabajadores de izquierdas debemos ser unos muertos de hambre para tener credibilidad.

Ayer, día de la huelga general me encontraba atendiendo el teléfono para explicar a la gente que llamaba cualquier consulta acerca de la misma. Lo hice por militancia, pero ni yo ni nadie en el sindicato cobró este día ni cotizó a la Seguridad Social. Y al que no se lo crea cuando quiera se lo demuestro, puesto que todo está especificado en nómina. Cómo eso la gente ni lo sabe ni busca saberlo, tuve que recibir toda clase de improperios e incluso insultos. La consigna este año era: los sindicatos cobran el día de huelga y nos mandan a nosotros a dejar de trabajar. Patético.

Primero: Cada uno deja de trabajar o no según le marque la conciencia. Perder un día de trabajo por adherirse a la huelga podía suponer no perder después por la nueva reforma laboral. Ya se sabe, el «Pan para hoy y hambre para mañana».

Segundo: Como ya he dicho, NADIE en los sindicatos, ni sus ejecutivas ni sus trabajadores, cobra el día de la huelga y, además, no cotiza a la Seguridad Social, como cualquier trabajador de otra empresa.

Tercero: Que nadie me diga que vendrá el PP a solucionarlo todo. La reforma de Zapatero es la de la derecha. Por eso el PP estaba en contra de la huelga. Si la reforma sale adelante, ellos se van a ahorrar tener que hacerla y, a la vista está, sufrir sus consecuencias políticas.

Cuarto: Quién sale derrotado con el  fracaso de una huelga no son los sindicatos, somos los trabajadores. ¿Que total no se arregla nada con todo esto? Por lo menos ejerzo el derecho a la pataleta, que parece ser es lo único que nos queda.

Published in: on septiembre 30, 2010 at 11:16 am  Comments (1)  

La gripe A y el chip controlador

Flipa: el dependiente de la ferretería de mi barrio nos ha sacado de toda duda. Palabras textuales suyas: «Supongo que ya sabrás que lo único que se pretendía con la vacuna de la gripe A era insertarnos a todos un chip». Toma ya, ¿Cómo te has quedado? Juro que hablaba en serio, el tío.

Al final lo de la gripe no ha sido para tanto y por eso me alegro de no haberme vacunado a pesar de pertenecer a un grupo de riesgo. Ahora dicen que probablemente en unos días quiten la alarma de pandemia y entonces la cosa se quedará en ná. Incluso hablan de juntar las vacunas de la gripe estacional y la A y así de un pinchazo te llevas el lote para casa y ya.

En fin, que el tema este ya está más viejo que paqué, y eso que se suponía que a estas alturas media humanidad habría muerto en el tsunami gripero. La realidad es que apenas ha habido algunos casos graves (o muy graves, no digo yo que no), pues en general se ha pasado un invierno como cualquier otro. Muchos han sacado tajada, y buena, de todo esto y mientras, los gobiernos habrán tenido que hacer sitio para amontonar millones de vacunas que no se han usado y recontar el montón de dinero echado, literalmente, a la basura.

A ver que modalidad de gripe nos sacan en uno o dos inviernos con su correspondiente vacuna. Yo, por si acaso, seguiré guardándome mucho de todos/as los/as asquerosos/as que siguen tosiendo sin taparse la boca cuando les pasas por al lado y en cuanto te descuidas echan el conocido «lapo arrastrado» a medio metro de mis pies.

Ya casi llega la primavera, ¿que no?.

Published in: on febrero 18, 2010 at 4:44 pm  Comments (2)  

Me cabreo, luego opino

A ver que opino hoy

Como es sabido, los periódicos digitales ofrecen la oportunidad de comentar sus noticias y, seguramente, casi todo el mundo opinará que este es un síntoma de libertad y democracia. Discrepo.

Leo los periódicos para que me den su versión de los hechos, de la realidad. Repito: su versión, no la verdad, que eso lo tengo yo muy clarito. Pero eso de que cada uno pueda luego soltar por la boquita lo que le dé la puta gana me pone de una mala leche que te pasas. Bien, no me mandéis a no leerlos porque eso ya lo cumplo. En mi opinión, el que quiera discrepar o apoyar una noticia que lo comente en su blog, que para eso están.

He hecho alguna vez comentarios en estos apartados, ¿quién no?, y me he hartado de ver que no sólo no sirven para aclarar nada sino que siempre los hay empecinados en plantar su opinión a fuerza de insultos, descalificaciones y, por supuesto, no aceptan en absoluto el derecho de los demás a réplica. Entonces? Pues eso, haber escrito un post en tu blog y te explayas. Punto.

Está más que demostrado que mucha de la gente que circula por internet no tiene capacidad de diálogo ni, mucho menos, de discusión. La asertividad es, para ellos/as, un término desconocido tanto en el significado como en la práctica, así que mejor nos dejamos de leches y que cada uno opine desde su parcela, que para cuatro comentarios educados y sensatos que puedas encontrar te has tenido que tragar los sapos y culebras de otros veinte por lo menos. Y puedo remitirme a un ejemplo muy reciente: cuando el gobierno comunicó los grupos de riesgo de contraer la gripe A. ¿Recordáis los comentarios apocalípticos de entonces? Si las cuentas no me fallan, según el cálculo de gran número de los opinantes de la noticia en los periódicos a día de hoy debería haber aquí en España unas cuantas decenas de miles de muertos. Os remito, por si queréis recordarlo, a mi post al respecto: https://nepalia.wordpress.com/2009/08/31/el-fin-del-mundo/

Y que conste que yo soy la primera que dejaría unos buenos recaditos en muchas de las noticias, sesgadas y claramente manipuladas, con las que me enfrento cada día pero… aquí estoy, dando por saco otra vez a mis pobre lectores/as. Que aunque cueste creerlo ¡los/as tengo! 🙂

Published in: on enero 11, 2010 at 11:00 am  Comments (4)  
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Noches viejas siempre nuevas

Desde 1999 he pasado casi todas las nocheviejas fuera de Mallorca. Aquel año estuve visitando a mi pareja de entonces en Madrid, en el año 2000 ya vivía en Madrid y la pasé allí también. Eran celebraciones familiares que algunos se tomaban con gran emotividad y eso.

Creo que fue así hasta que me fuí a vivir a Holanda, en 2004. Aquel año celebré la nochevieja de entrada a 2005 en Amsterdam, con las calles llenas de nieve y niños en trineos tirados por sus padres. Los canales estaban helados. Antes de la cena fuimos a dar un paseo tranquilo y era maravilloso ver a la gente preparando la mesa y la gran cena a través de los ventanales siempre iluminados y expuestos. Al año siguiente, 2006,  estuve en una ciudad preciosa situada a 18 km de Amsterdam: Haarlem, en donde nos habíamos instalado hacía unos meses. Creo que cenamos pasta acompañada con una cerveza belga especial que me dejó dormida en el sofá antes de que sonaran las doce. Aún así tuve tiempo de celebrar las campanadas y salir a la calle, donde nuestros vecinos hacían estallar un arsenal de petardos y cohetes hasta dejar toda la calle llena de humo y olor a pólvora. Después, otros vecinos muy amables, Pau en Marge, nos invitaron a una copa de champán en su casa, detalle muy significativo pues no hay que olvidar que nosotros éramos extranjeros y eso se suele tener en cuenta a la hora de «codearse» de forma más cercana.

De todas formas el esfuerzo no les valió mucho la pena puesto que unos meses después volví a Palma y me pasé la noche vieja de aquel año (entrada al 2007) haciendo compañía a un amigo que estaba bastante grave en el hospital, junto con su familia. No fue muy divertida, claro, pero en aquel momento no podía pernsar en pasarla de otra manera.

La entrada de 2008 la pasé en Bilbao con Asier. Preparamos cena con curry, nos bebimos unas birras y nos prometíamos una noche excelente pero esta vez el que se quedó dormido fue él. Adiós a salir a los 5 graditos que helaban la calle a celebrar la fiesta… (Supongo que no era para tanto el cachondeo con aquel frío). La entrada al 2009 en Leioa, Bilbao, en plan familiar, con gambas y toda la pesca.

Pero una de las mejores, sino la mejor, ha sido sin duda la nochevieja de entrada al 2010. Asier y yo en casita, con una cena fantástica, la mesa bonita y nosotros vestidos para la ocasión, así, bien guapetes y yo con escotazo, que una puede estar bien sexy aún luciendo una barriga de 7 meses… Y aunque no hubo vino ni champán sí muchas risas y muchos besos.

Que así sean todas mis próximas nocheviejas. No importa el sitio, pero con Asier y el petit Dídac, con mucho amor, muchas risas y muchos besos (y supongo que la próxima vez sí, con vino y champán).

Noches viejas que parecen, y son, siempre nuevas.

Published in: on enero 2, 2010 at 9:40 pm  Comments (7)  
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Ya está otra vez

Santa Klaus Kinski

Santa Klaus Kinski

Lo único que me suele gustar de la navidad son los días no laborables ya que por lo demás hace  tiempo que le perdí la gracia a estas fiestas. Principalmente porque:

1.- Me suponían compromisos familiares que no me apetecían nada.

2.- Me hacían sentir tristeza.

3.- Implicaban siempre una gran cantidad de trabajo en la cocina y la mesa.

4.- Los programas especiales de tv son patéticos y están destinados a hacer creer a los que están solos que hay gente intentando divertirles, cuando en realidad estos programas están grabados muchos meses antes y los que participan en ellas están pasándoselo en grande con su gente y tú alli, solo solo.

5.- Razón última y principal: Las navidades me aburren sobremanera.

Pero este año resulta que me las voy a tomar bastante relajada y he decidido que incluso, dentro de un límite, las voy a disfrutar.

Después de muchos años he colgado adornos en mi casa y en la puerta y he hecho planes navideños que consisten en: Estudiar, pintar la habitación que le queremos montar al petit Dídac, y realizar «únicamente» las reuniones familiares de nochebuena, año nuevo, reyes y alguna suelta. Punto.

Y como después de muchos años no saldré de viaje en estas fechas pues me da igual que llueva, que nieve, que truene o que salga el sol. Porque me he dado cuenta de que no es fácil sustraerse a toda esta parafernalia así que mejor me lo tomo con tranquilidad. Y a pasarlo bien mientras se pueda.

Que ya sabemos todos que a lo largo de la vida más de una navidad es triste con razón.

Published in: on diciembre 21, 2009 at 6:25 pm  Comments (3)  
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Chinatown

A mi barrio lo llaman algunos, despectivamente, Chinatown, porque aunque hay árabes, latinoamericanos, Europeos del Este y algunos españoles, los que copan la zona son los chinos. Tienen una manera de ser y estar que pasa muy desapercibida, aunque en cuestión de negocios están a la que salta, ya lo he comentado más de una vez. Mi barrio está copado de tiendas de comida, abalorios, peluquerías, alguna inmobiliaria, de todo un poco… chinas. A mi no me molestan en absoluto en el sentido de que no son ruidosos, no montan escándalos, no se meten con nadie y todas esas cosas que ya sabemos de los chinos.

Algunas cosas de ellos me llaman mucho la atención: acostumbran a juntarse en algunas plazas en concreto y se colocan todos en cuclillas para hablar, leer el periódico, fumar… no sé como aguantan pero son capaces de tirarse horas así. Es muy curioso.

Pero hay algo que no soporto:  esa facilidad con que lanzan escupitajos estén donde estén. No sé si es que sienten la necesidad inexcusable pero es que les he visto hasta escupiendo en las papeleras de la sala de espera de un hospital, lo cual es de lo más desagradable. Al ver esto me enfado y pienso en lo típico «Si esas son sus costumbres que las apliquen en su país, que no todo va a ser respetar las tradiciones, coñe!».

Más ahí está la cruda realidad: los africanos y árabes también escupen, y no sólo eso: los españoles, esos que hablan como yo y comparten mi abanico costumbrista, van anunciando el lapo arrastrando todo lo que tienen en la garganta y luego… zas! lo lanzan para un lado, o al frente, según haya algo susceptible de ser tumbado de un escupitajo. Y tú, que estás adelantando por su brazo izquierdo, esquivas como puedes el tiro, aunque nadie te quita el ascazo que te provoca esta costumbre tan china.

Pues que se jodan los chinos, que aquí esta habilidad la tenemos super trabajada.

Published in: on diciembre 9, 2009 at 11:21 am  Comments (9)  
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Pa mi saca!

Voy a confesar algo que tirará por los suelos (una vez más) mi pobre y maltrecha reputación, ganada a golpe de post por cierto. Sé que después de esto, para muchos terminaré de caer en desgracia pero allá voy: Me cuesta lo que no está escrito dejar propina. Ya está dicho.

No voy sobrada de money, más bien al contrario, y cada euro de propinilla lo dejo con un dolor que te cagas, al tiempo que pienso: «Me iría tan bien para el café de mañana ese eurito…» Todos los días como fuera de casa. Procuro comer muy económico: un sólo plato, algún día bocadillo… a pesar de ello, eso el sueldo no me lo compensa en absoluto, así que cada céntimo que consigo rascar me supone que el finde pueda salir a tomar algo con mi pareja y a comer a algún sitio, que es el único capricho que me doy. Si echo cuentas, todo euro me hace falta.

Hoy he ido a hacerme la cera (hala, otra intimidad al ciberespacio) y le he dejado propina, y ayer tomé un chocolate en un sitio que está muy bien de precio y también le dejé propinilla. Pero el sábado estuve comiendo en un restaurante en el que considero me tomaron el pelo (mucha fusión y plato enorme pero salí que me hubiera comido una tortilla de patatas de postre bien a gusto), bueno, pues no dejé propina. De castigo me dejé la tarjeta de crédito, así que hay que volver a por ella, lo que me da un corte…

De todas mis amigas y compañeras de curro, soy la única que suelo dejar propina en la pelu, lo cual me sorprendió en grande cuando me enteré. Aún así, si en alguna ocasión no lo hago salgo del sitio en cuestión a hurtadillas, como si me fuera sin pagar, ya ves tú.

Total, que cuando dejo me duele y si no dejo me avergüenza. ¿Porqué señor tengo yo estas diatribas tan tontas?

 

Published in: on noviembre 30, 2009 at 6:41 pm  Comments (6)  

Vivir sin miedo

Las películas de terror no me asustan. Las películas sobre la maldad humana me aterrorizan. En un nivel bajo (respecto a otras horripilantes que prefiero ni nombrar) estarían «La naranja mecánica», «Funny games», y ya subiendo pondria «Irreversible». Es un miedo racional, de lucha por sobrevivir, por estar atenta y temer bajar la guardia. Sólo a veces no tengo miedo.

Me asusta la gente, su capacidad de odiar y provocar dolor. Me da miedo pensar en lo frágil que soy, en lo fácil que es hacerme daño físico (emocional más, por supuesto). Miro las noticias y me asombro del nivel de crueldad que somos capaces de alcanzar los humanos entre nosotros, hacia los animales, sobre la naturaleza…

Hace un rato respondí a alguien: «No tengo miedo, tengo hambre». Y entonces me di cuenta de que hay gente que no puede decir lo mismo porque además de miedo tiene hambre. Estas personas no buscan ya vivir sin miedo sino sobrevivir a él.

Muchas veces, y creo que ya lo he dicho en otras ocasiones, pienso que no soy apta para divagar por este mundo. Es un pensamiento muy duro porque quién llega a él suele tomar decisiones drásticas pero no es mi caso. Soy muy consciente de que hay gente tan frágil como yo, gente honesta, tranquila, alegre… gente con la que vale mucho la pena compartir este mundo injusto y esta vida corta.

Se puede vivir sin miedo y yo muchas veces lo consigo. A pesar de todo.

Published in: on noviembre 24, 2009 at 10:14 pm  Comments (2)  

No tengo tiempo

PEIXOSApenas tengo tiempo de escribir en mi blog porque estoy con una asignatura de la Uned que se llama Comunicación y me obliga a poner en ella gran parte de mi escaso tiempo. Me encanta el temario y el tipo de trabajo que hay que hacer, sólo que hay un pequeño problema: tengo 6 asignaturas más que debo intentar mirarme por las noches. Durante el día, el trabajo me mantiene más de 10 horas fuera de casa y por las noches tengo mucho por hacer, como todo el mundo. Intento sacarlo todo p’alante pero cuando ya llevas hechos vídeos, comentarios de fotos, comparaciones de informativos, menciones de películas para esa asignatura de comunicación te das cuenta de que, un día más, no te quedan ánimos para comentar en tu blog que el pedir que suelten a  los delincuentes bajo chantaje o se pague un rescate te parece un sinsentido (ea, ya entré yo también a hablar del «Alakrana»). Si la cosa les funciona así de bien no me extraña que no se dediquen a otra cosa. Y me gustaría decir que entiendo a las familias, claro que sí, yo también haría como ellas pero, por otra parte, no puedo aceptar que a mi gobierno se le culpe del asalto a un barco que faenaba fuera de las aguas vigiladas y protegidas ni que se le exija que se doblegue a los caprichos de unos secuestradores descerebrados por la droga pero, eso sí, comandados por gente con traje desde Londres. Y para cerrar el capítulo sólo recordaré que, cuando los terroristas secuestraron a M.A. Blanco (qué días más tristes aquellos) al que sólo se podía salvar de una muerte anunciada si se reagrupaba a los presos de la banda en Euskadi, ni una sola voz se alzó para exigir al gobierno de entonces esta reagrupación. Ni mucho menos después, cuando ya se produjo el asesinato, se culpó a nadie excepto a los asesinos.

Y que no se me malinterprete, por favor. Estoy pendiente cada día de la situación, escucho cada noticia sobre ello y me alegro cada vez que parece que la cosa va a terminar bien. Sólo entiendo que hay que dejar trabajar a los que saben con quién se codean, a los que conocen los métodos y las maneras. Y ese trabajo exige silencio de ambiente, no ruido que entorpece y da alas, e ideas, a los malos.

Pues eso, que no tengo tiempo de hablar de esto ni de nada. Y así se queda este pobre blog: Descuajaringado del todo.

Published in: on noviembre 9, 2009 at 8:17 pm  Comments (3)  

Pasar la tarde

Callejear

El sábado hubo una manifestación multitudinaria contra la ley del aborto, seguida de forma hipócrita por un partido político que, durante los ocho años que gobernó, la mantuvo tal cual, sin intentar en ningún momento anularla.

Si escuchas las entrevistas a la gente que estuvo allí, no se manifestaban en contra de la reforma sino de la propia ley, con lo cual comprendo que los organizadores de la idea o tienen un poco liada la ídem o, simplemente, van con 25 años de retraso en sus protestas.

Estoy embarazada y no quiero ningún mal para mi feto, todo lo contrario, hago lo que está en mi mano para que esté confortable y sano. Y eso no es contradictorio en absoluto con mi defensa de la ley del aborto, porque soy incapaz de ponerme en el lugar de las mujeres que se ven obligadas, por uno u otro tema, a hacer uso de ese derecho. He conocido a lo largo de mi vida adolescentes que abortaron en Londres, incluso en más de una ocasión, sin que sus padres tuvieran conocimiento de ello. Lo digo porque si tanto se escandalizan de que las chicas de 16 años puedan abortar sin el consentimiento de los padres, deberían saber que esto se ha hecho desde siempre.

Los derechos están para que quien lo desee se acoja a ellos, pero son eso: derechos, no obligaciones. Los padres que teman que sus hijas aborten a lo loco cada dos por tres sin que ellos lo sepan, tal vez deberían reflexionar sobre el tipo de educación que imparten en casa y la relación de confianza que han establecido con sus hijos/as.

Es muy preocupante saber que muchos de los que se manifestaron el sábado están en contra de la asignatura «Educación para la ciudadanía». Tal vez ahí está la clave para comprender un poco cual es el verdadero quid de la cuestión:  no interesa educar a ciudadanos para la convivencia, sino más bien adoctrinarlos en ideas enquistadas.

Published in: on octubre 20, 2009 at 1:41 pm  Comments (3)  
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