Después de mi post anterior en el que hacía referencia a evitar, por parte de la industria misma si es posible, la violencia machista en el cine para adultos quiero dar otra opinión complementaria, que en nada desdice lo que ya opiné.
Siempre se ha dicho que a las mujeres no les gusta el porno. Si preguntas, muchas aseguran no haber visto jamás este tipo de películas. No me lo creo, y mucho menos hoy en día, en que ya no hay que pasarse por un videoclub para adquirirlas con tu nombre y tu cara. Muchas mujeres ven porno y les gusta el porno pero es una industria dirigida, casi o totalmente en exclusiva, al público masculino.
No creo que hombres y mujeres tengamos fantasías tan diferentes como para no poder «gozar» (qué palabra tan acertada en esta ocasión :)) de las mismas películas, así que no entiendo porqué se empeñan en servirse de ciertas actitudes sexuales repetitivas y aburridas que, piensan, vuelven locos a los hombres. ¿En serio creen que a todos los chicos les pone ver una felación durante cinco interminables minutos (o más)? Por lo que yo he podido averiguar, la respuesta es NO!
Luego están los que se creen esta tontería de que a las chicas les mueve más el rollito emocional en el sexo y que se deberían hacer películas que vayan más por ese tema, menos directas o explícitas. Venga ya, menudo rollo. ¿Quién quiere ver una porno para ponerse sentimental? A las mujeres les pueden atraer las escenas morbosas igual que a los hombres, que lo sepan.
Sin embargo vuelvo a repetir que los productores y directores deberían pensar más en las espectadoras de su cine, evitando ciertos actos asquerosamente machistas o violentos.
Y por favor, olvídense del cine erótico de movimientos pausados y música ambiental. Menudo timo.
* Recomiendo el libro «Porno para mujeres», escrito por Erika Lust y editado por Melusina.