Drugos en mi salón

Cartel de "La naranja mecánica"

Por fin he encontrado sitio a mi cartel de «A Clockwork Orange» que compré, hará unos cuatro años, en el mercado de Candem Town, en Londres. La foto está un poco borrosa pero podéis leer la anotación que le añadieron unos años después del estreno de la película en la que se hacía referencia a lo que vendría a ser un «reestreno» para «los millones de personas que no han sido autorizadas a verla hasta ahora».

Entre los muchos carteles que se crearon para esta peli, éste es mi preferido por su simplicidad, que contrasta con la trama de violencia explícita y gratuita del film. Después de recibir multitud de amenazas personales y graves acusaciones de ser el culpable de actos violentos en las calles de Gran Bretaña, Kubrick llegó a renunciar de la que ha sido considerada una de sus obras maestras, aunque parece ser que en los últimos años de su vida fue cambiando de opinión y aceptando la posibilidad de proyectarla de nuevo.

Si algo me entusiasma del guión es la jerga, el vocabulario que el guionista y autor de la novela homónima, Anthony Burgess, inventó y a la que llamó «nadsat», para distinguir a sus personajes del resto de la sociedad y darles así un distintivo de pandilla juvenil. En España, y sin que sirva de precedente (¡No al doblaje, respeten la interpretación de los actores!!!), hay que admirar y disfrutar el trabajo del traductor para su posterior doblaje al español, el escritor Vicente Molina Foix. Recuerdo una entrevista en la que comentaba el proceso de búsqueda de un nombre que le diera empaque español a «cabeza». De ese modo surgió la palabra «quijotera».

Seguramente os habréis preguntado de dónde salió el título «La naranja mecánica», que en principio vendría a ser, en su original inglés, algo así como «Más raro que un perro verde». Parece que todo se debió a una suerte de malos entendidos, según leo en un comentario de un post de Fílmica :

«El título de ‘La naranja Mecánica’ trae el error de base. Burgess escribió el título de la novela en «nadsat», el vocabulario que él mismo ideó, y era ‘A Clockwork Orang’, en la que todas las palabras significan lo mismo… pero ‘Orang’ significa hombre, muchacho… es decir, ‘El Hombre Mecánico’.

El editor, al recibir la copia final para mandar a imprimir la novela creyó que se trataba de una errata… y corrigió ‘Orang’ por ‘Orange’… y de ahí el título ‘A Clockwork Orange’, ‘La Naranja Mecánica’…

Lo que no hace si no multiplicar mi idea de que se trata de una película sorprendete de principio a fin.

Published in: on diciembre 5, 2008 at 3:12 pm  Comments (6)  
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Nunca ganaré los premios bitácoras

Escribo lo que me sale del bolo, que diría aquella.

No utilizo plantilla, ni guión (yo, que soy tan aficionada a nombrarlo).

Soy imprevisible y cuento lo que me acaba de pasar ahora mismo o aquello de lo que me acuerdo que sucedió hace un tiempo.

Si tengo que hablar de películas, están más pasadas que los roscos de vino de mi mesa de navidad.

Si nombro a mis grupos musicales, alguien me acaricia la cabeza y susurra «pobreta, se quedó en los 80 como el de gas natural».

Si hablo de libros, lo hago desde el intimismo, porque me tocan o me enseñan. No aporto nada a nadie (o poca cosa, a lo sumo).

A veces me pongo tontorrona y hablo de sentimientos, pero al final me entra la risa y la cago.

Escribo de música, de cine, de libros, de la crisis, de la profesionalidad de los que trabajan cara al público, de lo que pasa en el mundo en general y a Panero en particular.

Cambio el diseño y el nombre del blog tantas veces como me aburro.

Y tan contenta, oyes.

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Rodaje del corto "Sombras" de Marco A. Robledo

Published in: on noviembre 18, 2008 at 7:01 pm  Comments (9)  
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