No a los derechos de los demás!!!

Yo no lo haría y me parece tristísimo que alguien se vea obligado a hacerlo pero… menuda semanita nos están dando los que se manifiestan para recortar los derechos de los demás. Intentaré hacer un breve resumen para ordenar los diferentes grupitos en los que se dividen más o menos, aunque todos serían, en realidad, subconjuntos del mismo grupo de pensamiento.

Primero los cofrades (en su gran mayoría hombres) «amenazan» con ponerse lacitos blancos contra la ley del aborto y esto me lleva, con todo el respeto, a hacerles dos recapacitaciones:

1.- La ley del aborto es del año 1985 (muchos de los que ahora se manifiestan entran en el debate como si esta ley fuera a aprobarse ahora).

2.- Los lacitos tienen (en su cultura retrógada) connotaciones homosexuales ( lo que algunos definen concretamente como mariconadas, para que me entiendan).

Ahí lanzo pues ambas reflexiones por si quisieran reconducir su protesta.

Segundo la iglesia católica española (Este es el conjunto que abarca los demás subconjuntos pero ahora prefiero dividirlo así), lanza la campaña del lince y el niño. Ahí aporto otras recapacitaciones:

*.- Los niños no están en peligro de extinción por la reforma de la ley del aborto sino por otros muchos motivos en los que ustedes, «señores» de la iglesia, no sólo no entran sino que además boicotean en pro de su búsqueda de rédito político y que yo, con mucho dolor y rabia les puedo detallar. A saber:

1.- El sida que se ceba en los hombres y mujeres de los países pobres. Estamos hablando de unos 10 millones de niños y niñas huérfanos por este motivo y millones de niños y niñas contagiados.

2.- Niños que mueren de hambruna mientras su industria vaticana nada en oro y dinero vergonzante.

3- Niños que viven en hogares de padre maltratador y mujeres que mueren asesinadas por éstos. Niños que no verán nunca a la iglesia en manifestaciones dignificando la figura de éstas mujeres que mueren por el hecho de serlo.

Podría seguir largo rato con el asunto del niño vs lince pero la campaña es tan ridícula que me siento ídem sólo por nombrarla.

Por último, se han manifestado los provida. No sé porque estos grupúsculos de «quítate ahí esos derechos para ponérmelos yo» se apropian de palabras a las que todos tenemos derecho y las utilizan para lanzarlas a la cara de los que no piensan como ellos. Me acuerdo, por ejemplo, de las asociaciones en favor de las familias, que se manifestaban contra las bodas de personas homosexuales, como si yo no pudiera considerar familia a quién yo quiera, en el estricto sentido de la palabra querer.

Bueno, pues los provida, como se hacen injustamente llamar, han salido en comitiva para exigir, una vez más que no se concedan derechos que a ellos no les interesan. Véase la realidad: no piden derechos para ellos sino que no se les conceda a los demás… Pues les diré una cosa: harían muy bien saliendo a la calle exigiendo el fin de la violencia doméstica, que consiste en que el que se cree con derecho daña a los que cree que no tienen derecho. Básicamente esto sí sería en favor de la vida, pero no les veo con pancartas e insultos por este tema… una verdadera lástima. Necesitamos mucha gente en esta lucha.

Es un fastidios encontrarse siempre con el mismo muro de ignorantes a los que no se les puede hacer entender eso: del mismo modo que a nadie le obligaban a casarse con alguien del mismo sexo cuando salió la ley de matrimonios homosexuales (un día tenemos que hablar de lo graciosos que eran muchos comentarios en contra de esta ley) pues igual ninguna mujer se verá obligada por ley a abortar. Es simple, ya lo se, pero hay muchos que no lo entienden.

P.D.: Nótese que no he hecho referencia ninguna a los abusos sexuales de sacerdotes y demás componentes de la iglesia sobre cientos de miles de niños, además de su pública manifestación de poder sobre las mujeres, consideradas las culpables de las desgracias de la humanidad desde el momento en que Eva, tan tonta, se dejó engatusar por la serpiente. Bueno, basta, que me lío otra vez.

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A él sigo

   Hace unos días nos sobresaltó esto: «Steve Jobs ingresado por un gravísimo ataque al corazón». Todo presagiaba lo peor, claro, si no fuera porque la noticia era falsa. De vez en cuando alguien se aburre y lanza este tipo de bulos para darle caña a la comunidad virtual. Durante horas estuve intentando saber algo más acerca de este presunto ingreso y confieso que, con el ritmo de vida que le supongo a Jobs, no me extrañaba en absoluto que tal cosa hubiera sucedido.

Pero bueno, ya he dicho que la noticia no era tal noticia y entonces la noticia fue que Steve Jobs no había sufrido ningún ataque al corazón bla bla bla. Pero durante el tiempo que duró esa incertidumbre no podía dejar de recordar sus palabras en el discurso de graduación de la Universidad de Standford «Vive cada día como si fuera el último de tu vida». Y aún cuando Jobs no sea la persona perfecta que yo imagino, le escucho y procuro tener presente sus palabras en muchas disyuntivas que se me presentan a diario.